Suspendidos temporalmente los Posgrados de Homeopatía (A012)

El pasado 9 de abril nos alarmamos porque comenzaría a dictarse un Posgrado de Homeopatía en la Universidad Nacional de Córdoba, lo que significaba un claro retroceso de una de las Universidades más importantes de Argentina, y un avance del pensamiento mágico.

15 de abril El presidente del Concejo de Médicos de la provincia de Córdoba, Mario Fernández, realizó declaraciones sobre la situación:

"El Consejo no ha sido consultado al respecto. Desconocemos los fundamentos oficiales y los objetivos de tal decisión. Ignoramos si se trata de una inquietud cultural o tiene otros objetivos", dijo Fernández.
Y agregó: "Lo que sí podemos decir es que actualmente no son reconocidas como especialidades médicas por este Consejo, que es el responsable de la matrícula, tanto de la que habilita el ejercicio profesional como de aquélla de especialidad que certifica la posesión de conocimientos cualitativos en cada rama de la ciencia médica".
[...]
"La medicina sólo puede ser científica y, como tal, se asienta en los avances ciertos y fundados en disciplinas como la fisiología, la bioquímica o la física", explicó Fernández.
Y argumentó: "En algunos casos, hay prácticas milenarias que la medicina científica incorpora, como el caso de la acupuntura, a la que se reconoce como acto médico".
Sobre la homeopatía, expresó: "Todavía hay inmensas lagunas científicas que la tornan vulnerable, sin haberse producido avances significativos desde la enunciación de su principio en 1821".

Lo que comienza a indicar que hubo ciertas irregularidades en el tema.

18 de abril El epistemólogo (físico, filósofo y un par de títulos más) Mario Bunge, se enteró de la situación y no tardó en realizar sus filosas y geniales declaraciones sobre el tema:

Creo que la Universidad de Córdoba tendría que ser coherente y a partir de esto revolucionar completamente toda la universidad. No limitarse a esto, sino que debería cambiar la Facultad de Química por la de Alquimia, la Facultad de Psicología por la de Parapsicología. Tendría que eliminar la Facultad de Ciencias o tal vez complementarla con una Facultad de Pseudociencias, que incluya también la enseñanza de la magia y el ocultismo y las llamadas ciencias ocultas. Tendría, en una palabra, que proclamar la Contrarreforma y volver a la Edad Media de manera explícita. Eso sería más claro.

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Esto que pasa en Córdoba con la incorporación de estas enseñanzas seudocientíficas es un golpe bajo a las aspiraciones de la Ilustración, es como si volviera la Inquisición. Es tratar de arrojar todo lo conquistado desde la Revolución Científica de 1600. Es uno de los peores escándalos que está pasando en la República Argentina.

No hay ninguna revista científica con artículos publicados sobre homeopatía. Hace 20 años, la revista Nature publicó un artículo proveniente del laboratorio del doctor Jacques Benveniste, de la Universidad de París, que sostenía que el agua "recordaba" la sustancia que se había diluido en ella al hacer los llamados remedios homeopáticos. La revista envió una delegación a París para tratar de replicar esos experimentos, integrada por el director de la revista, David Maddox; el investigador del Instituto de Salud de Washington, Walter Steward, y el famoso mago norteamericano James Randi. Fueron, replicaron y no encontraron absolutamente nada y luego publicaron su informe en Nature. Pocos años después, Benveniste fue obligado a renunciar a su cargo de profesor y se convirtió en empleado de la industria homeopática, que es muy poderosa porque no hace investigación sino que gasta en agua. Eso son los remedios homeopáticos: agua, nada más.

El argumento principal contra la homeopatía es científico y elemental. Esas diluciones enormes llegan a concentraciones de una molécula por kilómetro cúbico. Las chances de que una molécula dé con el órgano afectado es prácticamente nula. Hacen falta miles de millones de moléculas para que tenga algún efecto sobre el tejido vivo. No existen laboratorios de experimentación homeopática. Lo que hay, en México, es una universidad homeopática que, contrariamente a las universidades, no tiene labor de experimentación, sólo cursos para enseñar esas diluciones y tratar a los pacientes.

Pero lo peor no es que eso sea ineficaz; lo peor es que la gente aquejada de enfermedades auténticas, al no ir a la medicina científica se deja estar, tomando agua en lugar de servirse de medicamentos auténticos, y se muere. (ver: Efectos secundarios de la Homeopatía) De modo que no es que la homeopatía sea inefectiva: es inoperante y ofensiva. A una persona con cáncer se le dice que tome té, yerbitas. De modo que las autoridades sanitarias tendrían que tomar cartas en el asunto. Se está engañando al público y poniendo en peligro la salud pública, además de retroceder siglos.

[...]

La medicina es científica y se pone a prueba de dos formas. Desde el laboratorio, in vitro, y desde las pruebas clínicas. Cuando en la medicina se aprueba un remedio, hay que decir cómo actúa, cuál es el mecanismo por el cual es eficiente, para que pueda pasar por el examen de la Administración Federal de Drogas en Estados Unidos, y en Canadá, también. Un medicamento debe aprobar dos exámenes: ¿es eficiente? Segundo: ¿es dañino? La prueba de que es eficiente no sólo es mostrar que alcanza la finalidad que se propone, sino mostrar cuál es el mecanismo. Eso no es fácil. Durante un siglo la gente tomó aspirinas para aliviar el dolor sin saber cuál era el mecanismo por el cual eso aliviaba. La medicina entonces era empírica.

La entrevista es muy interesante, puede leerse aquí.

En los siguientes días, los psicoanalistas comenzaron a gritar y correr en círculos, al sentirse amenazados por la crítica de su dios Freud. Lo compararon con un militar asesino y represor, y lo acusaron de ignorante y de amarillista que quiere rodearse de los medios. Señores, el Doctor Bunge tiene catorce doctorados, cientos de libros publicados, y 91 años de vida. Cabe destacar que atacaron su persona pero no sus argumentos, en fin.

20 de abril Las clases ya habían comenzado, pero fueron suspendidas. La razón es que se suponía que serían meramente informativas, pero descubrieron que los cursos contenían clases prácticas. Así que comenzaron a reevaluar el tema:

"Celebro la suspensión de esos cursos", aseguró a este diario el ministro de Salud de la Provincia, Oscar González.

"No hay ninguna evidencia científica de que esas prácticas sean efectivas", indicó, a la vez que aseguró que la medicina debe estar basada en la evidencia.

23 de abril El Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Córdoba comenzará una investigación para averiguar por qué los cursos se vendían como un posgrado con prácticas, cuando había sido autorizado un curso informativo. También repudiaron las críticas de Mario Bunge.

En la página de la Secretaría de Posgrado de la facultad, los cursos se promocionaban con una carga de 250 horas teóricas y 150 prácticas durante dos años. Era requisito ser médico clínico o internista. Costaban 4.800 pesos para argentinos y 16 mil para extranjeros. Hay 100 inscriptos.

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Todos los consejeros avalaron la suspensión de los cursos dispuesta por el decano. Además, se mostraron sorprendidos porque estos posgrados contaran con "prácticas médicas en los hospitales universitarios", cuando lo que aprobó el consejo el 28 de mayo de 2009 eran sólo cursos informativos.

[...]

En tanto, el consejero docente Rubén Bengio recordó que se rechazó la idea de dictar estos cursos en el pregrado porque parecían antipedagógicos. "Nos pareció correcto en el posgrado, para médicos que voluntariamente quisieran informarse. Hemos sido sorprendidos por el alcance que tomaron los cursos, los cuales iban a formar a los médicos para ejecutar estas alternativas terapéuticas", agregó.

Luego, algunos consejeros señalaron las irregularidades del expediente. "El despacho de la comisión de Vigilancia y Reglamento llegó con dos firmas, con lo cual no era legal considerarlo. Luego, según consta en las actas, se agregaron las firmas de dos consejeros más. Es decir, existían desacuerdos marcados y profundos", comentó Bengio.

El consejero Walter Rivadero agregó: "La discusión más grave no es si medicinas homeopáticas o alopáticas, sino que desde este consejo salió A y llegó B. Pido que se investigue el recorrido del expediente para saber por qué este consejo terminó avalando una práctica homeopática, cuando no fue lo que se discutió".

El próximo martes, una reunión conjunta de las comisiones de Enseñanza y de Vigilancia y Reglamento del consejo definirán si se dictan los cursos. Durante la sesión de ayer, el decano dijo:"La intención del Consejo Directivo es que se dicten los cursos, pero con características sólo informativas".

El texto completo aquí.

Por otro lado, Manuel Jofré, el impulsor de los cursos, dice que "fue sólo una iniciativa personal". Aclara que sus compañeros de cátedra nada tienen que ver con todo esto, y de hecho, ellos no lo aprueban, y están molestos por haberse enterado por medio de los diarios.

Así que bueno, recemos, crucemos los dedos y toquemos madera para que este martes se tome una decisión racional sobre los cursos. Un momento... ¿qué estoy dicien..

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