Efectos secundarios de la Homeopatía

Al buscar Homeopatía en Google Images, nos encontramos con la típica falacia de que "Natural = bueno para la salud".

A las 10:23 del 30 de enero, más de 300 escépticos de la homeopatía en el Reino Unido van a estar participando en una "sobredosis" homeopática masiva. Cada uno va a ingerir de un solo saque todo un frasco de píldoras homeopáticas, para demostrar que no sirven y en protesta por la decisión de la respetada cadena de farmacias Boots de continuar vendiendo y promocionando "medicamentos" homeopáticos lado a lado con medicamentos convencionales (a pesar de haber admitido que saben que no tienen efecto terapéutico alguno).

La homeopatía es una pseudociencia absurda que sin embargo persiste hoy en día como una forma aceptada de medicina complementaria. Consiste en la administración de diluciones extremas de las sustancias que se consideran causantes de la dolencia en cuestión, bajo el principio (completamente acientífico) de que "lo similar cura lo similar".


Pocas personas saben que se ha demostrado científicamente, sin dejar lugar a dudas, que la homeopatía no funciona. Menos aún saben por qué no podría funcionar en ningún caso: de las sustancias utilizadas, a fuerza de diluirlas, no queda nada, ni una molécula, en el agua empleada para los preparados.

Aquí en Argentina, aunque la homeopatía es común, no lo es tanto como para que todo el mundo haya oído hablar de ella, pero existe la idea difusa de que se trata de "medicina alternativa", hierbas curativas, "medicamentos naturales" o cosas así. (La terapia con flores de Bach, que es quizá más conocida, se basa en principios distintos, aunque es igualmente inútil.)

Farmacia en Capilla Del Monte, Córdoba, Argentina

La Campaña 10:23 tiene como objetivo crear conciencia sobre la realidad de la homeopatía, de cómo se ha mostrado que no funciona, de por qué lo que pretenden hacer los homeópatas es imposibles, y de por qué debemos preocuparnos. La organiza la Merseyside Skeptics Society (Sociedad de Escépticos de Merseyside), una organización sin fines de lucro que promueve el escepticismo científico. La elección de las 10:23 no es arbitraria: por un lado, es un número inusual y por tanto más fácil de recordar; por otro, es una referencia a la magnitud del número de Avogadro.

Pero ¿qué daño hace la homeopatía? Si, como decimos, los "remedios" homeopáticos no hacen nada, ¿qué problema hay? Bueno, el asunto es que sí hay un problema. El periodista y divulgador Simon Singh explica por qué.

Cuando los críticos les señalan a los políticos o reguladores que la homeopatía no está respaldada por ningún tipo de evidencia y que es sólo un placebo, una respuesta es: "¿Y cuál es el problema?". En otras palabras, si el efecto placebo es positivo y los efectos secundarios son cero, ¿qué problema hay con que la gente quiera malgastar un poco de dinero en pastillas azucaradas? Pero ¿es realmente segura la homeopatía?

Desafortunadamente, la homeopatía puede tener efectos colaterales sorprendentes y peligrosos. Éstos no tienen nada que ver directamente con ningún remedio homeopático en particular, sino que son un resultado indirecto de lo que ocurre cuando los homeópatas reemplazan a los médicos como fuentes de consejo médico.

Por ejemplo, muchos homeópatas tienen una actitud negativa hacia la vacunación, de manera que los padres que están en contacto regular con un homeópata pueden tener menor tendencia a inmunizar a sus hijos. Para evaluar la extensión de este problema, Edzard Ernst y Katja Schmidt, de la Exeter University, realizaron una reveladora encuesta entre los homeópatas del Reino Unido. Habiendo obtenido direcciones de e-mail de directorios online, enviaron a 168 homeópatas mails en los que simulaban ser una madre pidiendo consejo sobre si debía vacunar o no a su hijo de un año de edad contra el sarampión, las paperas y la rubéola (con la vacuna triple viral o SPR). Esto fue en 2002, cuando la controversia sobre la SPR estaba perdiendo fuerza y la evidencia científica iba claramente a favor de la vacunación. De los 77 que respondieron, sólo dos aconsejaron a la madre que vacunara a su hijo, así que está claro que la gran mayoría de los homeópatas no van a aconsejar la inmunización.

Quizá el riesgo más grande ocurre cuando la homeopatía reemplaza a un tratamiento convencional. Yo me encontré con este problema por primera vez en 2006, cuando intenté descubrir qué le ofrecerían los homeópatas a un viajero joven que buscara protegerse de la malaria. Trabajando con Alice Tuff y la organización caritativa Sense About Science, desarrollamos una historia ficticia en la cual Tuff estaría planeando un viaje por tierra de diez semanas a lo largo y a lo ancho de África occidental, donde hay una alta prevalencia de la cepa más peligrosa de malaria, que puede causar la muerte en un plazo de tres días. Tuff, una joven graduada, les explicaría a los homeópatas que había sufrido con anterioridad los efectos secundarios de las tabletas convencionales contra la malaria y se preguntaba si había una alternativa homeopática.

Antes de acercarse a los homeópatas, sin embargo, Tuff visitó una clínica para viajeros convencional con exactamente la misma historia, de lo cual resultó una larga consulta. El experto sanitario le explicó que los efectos secundarios no eran raros en las tabletas antimalaria, pero que había un rango de opciones, de manera que podría ser aconsejable un tipo diferente de medicamento. Al mismo tiempo, el experto sanitario le hizo a Tuff preguntas detalladas sobre su historia clínica y la aconsejó extensamente sobre cuestiones como, por ejemplo, la prevención de picaduras de mosquito.

A continuación Tuff encontró una variedad de homeópatas buscando por Internet, exactamente como cualquier estudiante joven podría hacerlo. Luego visitó o telefoneó a diez de ellos, sobre todo en Londres y sus alrededores. En cada caso, Tuff grabó secretamente sus conversaciones, para documentar la consulta. Los resultados fueron impactantes. Siete de los diez homeópatas no le preguntaron a la paciente sobre su historial médico y tampoco le ofrecieron ningún consejo sobre la prevención de picaduras. Peor aún, los diez homeópatas se mostraron dispuestos a aconsejarle protección homeopática contra la malaria en vez del tratamiento convencional, lo cual habría puesto a nuestra viajera ficticia en riesgo de vida.


Los homeópatas le ofrecieron anécdotas para mostrarle que la homeopatía es efectiva. Según un practicante, "Una vez alguien me contó que fue a África a trabajar y dijo que la gente que tomaba tabletas contra la malaria se enfermaba, aunque probablemente era un tipo de malaria subversiva diferente y no la versión más fuerte, pero la gente que tomó medicamentos homeopáticos no se enfermó. No se enfermaron para nada." También le dijo que la homeopatía podía protegerla de la fiebre amarilla, la disentería y la fiebre tifoidea. Otro homeópata trató de explicarle el mecanismo de los medicamentos: "Los remedios bajan tu susceptibilidad, porque lo que hacen es lograr que tu energía, tu energía de vida, no tenga en ella una especie de agujero en forma de malaria. Los mosquitos de la malaria entonces no vienen a tratar de llenar ese agujero. Los remedios se encargan."

La investigación tuvo lugar antes de la temporada de vacaciones estivales, así que se volvió parte de una campaña para advertir a los viajeros contra los peligros muy reales de confiar en la homeopatía para protegerse de enfermedades tropicales. Un caso reportado en el British Medical Journal describió cómo una mujer había confiado en la homeopatía durante un viaje a Togo, en África occidental, lo cual terminó en un severo ataque de malaria. Esto le significó dos meses de cuidados intensivos por fallos orgánico múltiple. En este caso, el efecto placebo no le ofreció ninguna protección. Ése es el problema.

Campaña 10^23, Homeopatía, no hay nada en ella.
Autor invitado: Pablo Flores, autor de Alerta Religión.